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Lidia Clavijo
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Los que usamos gafas sabemos lo importante que es olvidarnos de que las llevamos puestas. Para ello, es de vital importancia que nos queden bien adaptadas. Para conseguirlo, lo primero que tenemos que hacer es elegir una montura que se adecue a nuestro rostro y tamaño de cabeza, orejas y nariz. Y por último, cuando vayamos a nuestra óptica a recogerlas, debemos salir de allí con las gafas bien ajustadas.
¿Qué gafas debemos escoger?
Con estos sencillos consejos te aseguras de que la elección de tu gafa sea correcta:
- En gafas de pasta: el puente debe encajar completamente en la nariz. Aunque si es un puente llave si que deberá quedar un pequeño espacio en la parte superior de la nariz.
- En gafas metálicas: el apoyo de éstas en nuestra nariz se hace con las plaquetas, que deben quedar bien apoyadas en ambos laterales de la nariz.
- Calibre de la gafa (tamaño): Los rostros redondos necesitarán una montura más ancha que los rostros estrechos. Para asegurar que escoges el tamaño correcto, intenta que entre la varilla y tu rostro no quede un espacio superior al que ocupa un dedo y comprueba que tus ojos se queden centrados en la lente (éstos parecerán más juntos o separados si no están situados en el centro de las lentes).
- Las patillas: deben tener el largo adecuado para que queden por detrás de nuestras orejas y además, no deben presionar las sienes. Siempre debe quedar un pequeño espacio entre ellas.
¿Cómo debemos ajustar las gafas para que no se nos caigan?
Los punto más importantes en los que debemos fijarnos para ajustar gafas son:
- Ajuste de patillas.
- Ajuste del puente de las gafas (ajustar gafas a la nariz).
¿Cómo ajustar las