¿Cómo limpiar bien las lentillas?

Todo aquel que utiliza lentillas conoce todas las ventajas que tienen. Desde hacer deporte sin preocuparte de nada hasta salir a cenar sin llevar gafas. Sin embargo, esta comodidad puede desaparecer si no se cuidan adecuadamente. Saber cómo limpiar las lentillas reutilizables diariamente es fundamental para prolongar su vida útil y cuidar la salud de los ojos.

¿Por qué es importante limpiar las lentillas?

En primer lugar, cuidar de tu salud visual es fundamental. Desinfectar las lentillas de forma adecuada es importante para eliminar restos de suciedad, contaminación e impurezas que puedan haberse quedado en la superficie. Además, cuidarlas correctamente ayuda a que las lentillas se mantengan en buen estado durante su tiempo establecido de uso. Ya sean mensuales, quincenales, trimestrales o anuales, se mantienen mejor hasta el último día de su ciclo si se limpian, desinfectan e hidratan de forma correcta. 

Antes de limpiar las lentillas, conviene recordar que se deben manipular con las manos limpias. Por lo tanto, el primer paso es lavarlas con agua y jabón y secarlas con una toalla que no desprenda ni hilos ni pelos que puedan adherirse a la superficie de las lentes de contacto. Después, se recomienda seguir los siguientes pasos:

  1. Llenar el estuche con solución limpiadora nueva. No es adecuado reutilizarla de una vez para otra.
  2. Quitar la primera lentilla. Para no olvidar ningún paso con ninguna de las lentes de contacto, conviene comenzar siempre por el mismo ojo tanto para ponerlas como para quitarlas.
  3. Colocarla en la palma de la mano y usar la yema de los dedos para moverla de forma que no se dañe. Hay que evitar el contacto con las uñas.
  4. Aplicar unas gotas de líquido desinfectante en la palma de la mano.
  5. Frotar presionando la lentilla haciendo círculos suavemente durante 10 o 15 segundos. Se debe hacer por ambos lados para eliminar toda la suciedad.
  6. Guardar la lentilla en el estuche con cuidado de no dañarla para que se sumerja en la solución de mantenimiento.
  7. Repetir el proceso con la segunda lentilla.
  8. Durante todo el proceso, evitar que entren en contacto con el agua.

Además, para evitar que las lentillas se contaminen hay que mantener el estuche en las mejores condiciones posibles.  Para ello es importante:

  • Vaciar el líquido que quede dentro todos los días.
  • No limpiar con agua. 
  • Evita utilizar líquidos que no hayan sido indicados y recomendados por un especialista.
  • Seguir siempre las instrucciones de un óptico de confianza. 

Ante cualquier duda, conviene evitar el uso de lentillas que no estén completamente limpias y pedir cita a un óptico experto para poder seguir sus recomendaciones o resolver tus dudas.