Tipos de lentillas

Cada día más personas se animan a probar las lentillas, pero suelen surgir dudas debido a la amplia gama donde elegir. Conocer cómo son y cómo pueden mejorar nuestra visión es fundamental para tomar la decisión adecuada. 

Elegir un tipo u otro de lentillas depende de la graduación y la morfología del ojo de cada persona, además del estilo de vida. Actualmente, hay muchos tipos de lentillas y diferentes formas de clasificarlas dependiendo de:

  • La frecuencia con la que hay que cambiarlas.
  • El material del que están fabricadas.
  • El defecto refractivo que corrigen.

Tipos de lentillas según la necesidad de visión

En este caso, existen tres clases:

  • Lentillas esféricas. Son las más habituales y sirven para corregir la miopía (dioptrías marcadas con un signo negativo) y la hipermetropía (graduación con signo positivo). 
  • Lentillas tóricas. Se utilizan para el astigmatismo, aunque pueden corregir a su vez la miopía o la hipermetropía. Es decir, la combinación de varios errores refractivos. Además de los signos positivos y negativos de las esféricas, en este tipo de lentillas se añaden dos parámetros exclusivos del astigmatismo: el eje, que se mide en grados, y el cilindro, que es un número negativo. 
  • Lentillas progresivas o multifocales. Sirven para corregir la vista cansada o presbicia. Además, pueden corregir la miopía o hipermetropía y en algunos casos el astigmatismo. Es decir, pueden ser una combinación de todos los elementos. 

Tipos de lentillas según la frecuencia de reemplazo

Dependiendo de cada cuánto tiempo se deben desechar, se dividen en lentillas diarias, quincenales, mensuales, trimestrales y anuales. Las más habituales son:

  • Lentillas diarias: al ser de usar y tirar son la mejor opción para cuidar la higiene, ya que no se tienen ni que limpiar ni que guardar. Cada día se estrenan unas lentillas nuevas, por lo que son la opción más saludable para los ojos sensibles o para aquellas personas que las utilizan de forma puntual.
  • Lentillas mensuales: se trata de lentillas reutilizables de reemplazo frecuente, ya que se pueden utilizar hasta 30 días consecutivos. Una vez que se abren, se tienen que sustituir por unas nuevas al cabo de un mes. Esta opción es más económica que las diarias porque solo se necesitan 12 pares al año, pero requieren de mantenimiento diario con líquidos específicos para su limpieza y desinfección.

 

Tipos de lentillas según el material con el que están fabricadas

En este caso, pueden ser de dos tipos:

  • Lentillas rígidas: están hechas de un material que no contiene agua, por lo que no se doblan ni al manipularlas ni al colocarlas en el ojo. Se caracterizan por ofrecer una mejor oxigenación del ojo, pero como no son flexibles pueden ser ligeramente más incómodas. Este es el motivo por el que se suelen utilizar las blandas.
  • Lentillas blandas: son las más comunes. Están hechas de un material que contiene agua de manera natural, lo que resulta de gran ayuda para que puedan adaptarse al ojo con facilidad. Este material es muy cómodo porque tiene una gran capacidad de hidratación, por lo que atrae y retiene el agua. Las lentillas blandas son de mayor tamaño que la córnea, por lo que apenas se mueven. Pueden ser de dos tipos:
    • Lentillas de hidrogel: fueron las primeras lentillas blandas en fabricarse y han avanzado hasta incluir otros materiales.
    • Lentillas de hidrogel de silicona: permiten más paso de oxígeno al ojo que las anteriores, por lo que son más saludables.

Antes de elegir el tipo de lentillas que más nos conviene, se debe acudir a un óptico de confianza para graduar la vista y consultar las dudas pendientes.